La zona de Ourense tiene sus orígenes desde mucho antes del siglo primero, cuando llegaron los romanos. En ellas transitaron diversas tribus nómadas, atraídas principalmente por su caudaloso río y sus relajantes aguas termales. Ourense fue el punto de intercepción entre los pueblos que habitaron la zona hasta la llegada de los romanos. Ciertamente, la llegada de estos desencadeno lo que hoy conocemos como la ciudad de Ourense, provincia de Ourense.
La ciudad fue bautizada inicialmente como «La ciudad del oro» (Auriense) por la inmensa abundancia de este metal en las orillas del rio, por lo tanto, una ciudad crucial en Hispania. Además, otras teoría postula que el origen del nombre Ourense, provienen de palabras germánicas o latinas como warmsee o burca, respectivamente.
Edad Media
Finalizada la dominación romana, la ciudad no perdió importante debido al puente que comunicaba el centro de España con el resto de la península. Numerosos reinos dominaron estas tierras después de los romanos, donde destaca el Reino de Carriarico, quien dio vida a la primera catedral de la ciudad. Durante el reinado visigodo, Ourense fue un de los principales centros religiosos de la península y mayor centro de cristianización en Galicia, después de Braga.
En la época Sueva, esta localidad llegó a ser la corte real durante varios reinados, quienes ordenaron construir la Iglesia de San Martín de Tours que hoy en día es el patrono de la ciudad. Más tarde, la iglesia sería destruida para luego ser reconstruida sobre sus ruinas en el siglo XI. Y a finales del siglo XII la región fue disputada por los Reyes de Castilla y los Reyes Católicos.
Tiempos modernos
Mientras que en los siglos XVII y XVIII el pueblo vivió un largo letargo, inmediatamente al entrar al siglo XIX, la designan como capital de la provincia. Luego arriba el ferrocarril y la construcción de las carreteras que conectarían a la ciudad con el resto de la región, lo cual despertó el desarrollo en ambas orillas del río Miño. La aristocracia de Castilla que se radicó en la ciudad después de estos acontecimientos, selló su importancia para siempre.
Ya entrados en el siglo XX y XXI, Ourense percibió un crecimiento demográfico debido a la migración recibida desde la provincia, haciendo de ella, la tercera ciudad más grande en términos de población, en el noreste de la península española. Consagrándose como una de las ciudades más importantes de la comunidad gallega y española.